El presidente de DGOJ cree que la restricción publicitaria cuenta con consenso político y social

En su primera entrevista desde que asumió, el 5 de mayo de 2020, el cargo de titular de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) en España, Mikel Arana, habló con El Diario sobre el Real Decreto que restringe las relaciones publicitarias y de patrocinio entre las casas de apuestas con licencia y el fútbol nacional.

Al respecto, el funcionario aseguró: “A los clubes de fútbol les haría una pregunta: si no ven conflicto de intereses en que las casas de apuestas patrocinen competiciones deportivas. El conflicto de intereses es obvio, de la misma manera que los deportistas no pueden hacer apuestas a sus competiciones deportivas. Es tan evidente que no aguanta ni 30 segundos de discusión”. 

Con la aprobación del Ministerio de Consumo de España, los cambios normativos harán que se adopte una limitación general de la publicidad y de la comercialización de productos de juego. Los deportes no estarán exentos, ya que prohíbe los patrocinios de apuestas en todas las ligas deportivas profesionales.

Otros cambios presentados en el documento, que aún debe aprobar la Comisión Europea en Bruselas, propone la eliminación total de los bonos de bienvenida como un incentivo de ventas, una medida que se había impuesto temporalmente a los operadores con licencia durante el confinamiento por la crisis sanitaria. 

En este sentido, le dijo a El Diario que considera que la propuesta cuenta con el apoyo político y de los ciudadanos, debido a que surgió por la “alarma social” generada a partir del “gran” crecimiento del juego y las apuestas. Asimismo, comentó que los medios de comunicación, clubes y operadores tendrán tiempo para adaptarse a las regulaciones y buscar nuevas fuentes de ingresos.

“Confinados 24 horas en casa, yo creo que la ciudadanía en general ha percibido que era una auténtica exageración la cantidad de publicidad que había por todos los medios: digitales, audiovisuales, papel, de todo tipo. Eso genera una alarma social que tal vez en enero no existía”, justificó.

Una regulación similar fue aplicada durante los tres meses de confinamiento, de abril a junio que, según Arana, logró “evitar una situación en la que todos los elementos objetivos apuntaban a que podía haber un aumento del juego”.

El proyecto actualizado fue presentado ante la Comisión Europea la semana pasada, mientras que Arena explicó que solicitaron que sea estudiado con carácter urgente. “Cuando se apruebe, gran parte de las medidas entrarán en vigor y habrá otras que tendrán sus moratorias, ya veremos en qué plazos temporales para ajustar. Es un decreto que modifica de manera sustancial la realidad del mercado de la publicidad de los operadores de juego, que en el primer trimestre del año pasado fueron 66 millones de euros. Como Gobierno nos corresponde actuar con firmeza, pero con responsabilidad”, agregó.

Liderando una nueva era para la DGOJ, Arana dijo que la agencia priorizó la protección de los consumidores jóvenes como un objetivo central, y calificó las nuevas enmiendas como “un paso lógico para disminuir la exposición publicitaria y prohibir los bonos de bienvenida, que son en gran parte la puerta de entrada a los nuevos jugadores”. 

Por otro lado, subrayó que los clubes y propietarios de medios españoles estaban al tanto que habría posibles cambios regulatorios, aunque las últimas modificaciones no fueron consultadas ni publicadas.

“Hemos hablado con todos los sectores afectados de una manera o de otra. Lógicamente lo que no hemos hecho es darles los detalles del decreto. Entendíamos que hasta que llegase a Europa y tuviésemos una versión que enviar a la última autoridad necesitábamos un mínimo de discreción. Pero ya sabían por dónde estaba transitando el nuevo documento y por dónde iba el Ministerio”, detalló.

El director general también respondió al “torbellino de críticas” por parte de la industria de las apuestas, que sintió cierta “discriminación” porque no se habían impuesto restricciones publicitarias similares a los operadores de loterías nacionales, ONCE y SELAE.

Arana replicó: “Es un trato distinto porque son cosas distintas. Así de sencillo”. Y continuó: “Está la reserva de ley, destinada exclusivamente a ONCE y SELAE, y el título habilitante, para los operadores con ánimo de lucro. Lo que hace es distinguir sobre la base de dos elementos: que haya o no ánimo de lucro, que yo creo que es fundamental de cara a ver cuál es el tratamiento; y que la obtención de premios sea algo diferido o instantáneo”.